Llega con retraso

No me gusta dar consejos, pero desconfía de las personas que te dicen: "Perdón por el retraso" y han llegado a su hora.

Droga

Bueno, supongo que será por donde te muevas. ¿O no?

 

De pequeño, en la plaza donde jugábamos, a finales de los 80 principios de los 90, la droga reina era el caballo, el jaco, la chuta... vamos la heroína. Cada tarde al salir del colegio íbamos a jugar allí y nos encontrábamos una legión de "yonkis" que no eran más que chavales jóvenes del barrio, con el único defecto que les molaba más estar allí que aquí. Gente de unos veinte, treinta años chutándose delante de nosotros, allí sentados en el muro uno al lado del otro, compartiendo jeringuilla sin corte ninguno. Todos los allí presentes sabíamos que eso que hacían era malo, pero lo veíamos tan normal y habitual que pasaba desapercibido. Desapercibido para nosotros que nos concentrábamos en un balón, unas chapas, las canicas o la peonza, no por nuestros padres. Ellos sabían que eran hijos de madres del barrio, de familias como las nuestras, conocidos de toda la vida que de repente, sin previo aviso, se ven inmersos en el infierno de la droga por un hijo/a demasiado curioso/a.

 

Por "suerte" la moda del caballo se fue del barrio. Al menos entre los de mi generación ya no se veía a nadie chutarse, ni se sabía de ello.

 

A finales de los 90 ya éramos una pandilla de amigos bastante grande como para montar unas fiestas de la ostia, y no defraudábamos. Cada fin de semana superaba al anterior y así sucesivamente. No podías faltar, imposible. Si faltabas, aunque solo fueran unas horas, te perdías algo legendario, lo cual iba a ser recordado por siempre y vivirías con la lacra de no tener ese recuerdo en tu mente en primera persona, cada vez que alguno lo reviviera. Me pasó en un par de ocasiones y creedme, es insufrible.

 

En aquellos tiempos tener unos colegas como los que yo tenía, era más preciado que la misma familia, mucho más. Lo eran todo, lo dabas todo por el grupo y veías que era reciproco. Simplemente genial y perfecto. Nadie se quedaba en la estacada, no sé... no había fugas, no había fallos. Un único pensamiento común era suficiente para mantener unido al grupo. Ese pensamiento era: -Seguir eternamente así.- No había mañana, no había futuro, solo presente. Imagínate vivir en un presente continuo rodeado de tus mejores colegas, de cerveza y hierba, sin problemas ni malos rollos. ¡Joder que pasada!

 

Hierba, chocolate, huevo, polen, chicha, apaleao, resina, que si una L, ahora un Bob, va una cachimba, mejor una pipa, ¿has probado la salvia divinorum?, ¿y qué tal unas setas?... Sí, éramos naturales como la vida misma. Solo consumíamos productos de la naturaleza, alguna vez un poco procesados, pero de la madre naturaleza al fin y al cabo. Chavales normales a los que les gustaba encerrarse en algún local y jugar al "Soul Blade" estando fumados. De vez en cuando salíamos de ese ambiente parecido a una cámara de gas de Auschwitz y nos metíamos en algún garito donde pusieran buena música. En aquella época podía sonar "Papa Roach", "System of a Down", "Red Hot Chili Peppers", o algo por el estilo. Nunca había bastante, no existían las horas ni el tiempo. No necesitábamos más. El grupo como tal nunca se paso a la química, con nuestros petas, nuestras cervezas, los "Pelotazos" y "Bocabits" había suficiente.

 

Cuando ves la primera raya encima de una caja de Cd's, no te das cuenta, pero con los años relacionas ese acontecimiento con el declive de la comunidad que en tantas ocasiones hubieras jurado mantener indisoluble y eterna.

 

Poco a poco, cada uno tira por un lado. Por culpa de este, por culpa del otro, por mi culpa; jamás volveré a notar esa calidez que te da cinco minutos de carcajadas continuas compartidas con tus colegas. Solo me queda el buen recuerdo de aquellas gloriosas noches donde el tiempo se detenía y lo más importante lo tenias sentado al lado.

 

¿La Droga, no? ¿Es inofensiva o es un poderoso enemigo? Puedes haber visto las mil y una, no por eso estás condenado a seguir la corriente que te arrastra. Puedes no haber visto nada en absoluto y lanzarte de cabeza al rio diez metros antes de llegar a la cascada.

Perro mojao

Según dicen los amantes de los perros, pocas cosas huelen peor que un perro sucio y mojado. Estuve trabajando para una empresa que llevaba el mantenimiento de las plantas de gestión residual Consenur, con especialidad en la eliminación de material orgánico e infeccioso, entre otras cosas. Recuerdo que un compañero mío utilizaba siempre este chascarrillo cuando estábamos, en alguna reparación, de esta planta de residuos y yo me partía: ¿Has olido alguna vez un perro mojao? No. Contestaba yo. A lo  que llegábamos a la conclusión que aquel insufrible olor indescriptible, debería ser semejante al olor que desprendería un perro sucio, mojado y atropellado en medio de una carretera solitaria.

 

¡Hueles a perro mojao! No puede haber mejor descripción.

 

No te pongas dramático/a con el pobre can, no muere solo estaba sucio y mojado. Un conductor borracho le dio un golpecillo en la pata trasera izquierda. Nada, cojeó un par de semanas. Lo recogieron unas monjitas y ahora vive en una granja con otros perros, olisqueando culos sin parar. El puto reino de los cielos perruno.

Egoísmo antisocial

-Estoy en contra de la sociedad, de lo que piensa el común de los mortales. Es igual de que lado sea, siempre que sea masivo lo rechazaré. No soy uno de vosotros, solo soy yo.-

Un pensamiento muy arriesgado y más aún proclamarlo así a lo loco.

Fijémonos; aquel que se rompe una pierna y empieza a ver personas escayoladas por todas partes, qué casualidad, ¿no? -¿No te has dado cuenta de que últimamente te mueves por la unidad de traumatología más de lo habitual?- Todo te puede parecer común según el lado donde te encuentres. -Ahora es común, ahora es masivo ver escayolas a diestro y siniestro.- Entonces, ¿tengo que oponerme?

Hay que ir con mucho cuidado al declararte antisocial. Ya no solo porque puedes darte cuenta de que eres un hipócrita recalcitrante, sino porque la gente a la que se lo manifiestes confundirá los términos. La sociedad piensa que una persona antisocial declarada, es una especie de punki anarquista de esos que escuchan "The Exploited", van a su bola paseando por la calle como por la vida, sin ceñirse ni aportar nada. De esos que ya no se ven, pero cuando vas a un concierto del "Evaristo" el de "La Polla Records" los encuentras a centenares. -¿Dónde están normalmente?- Se preguntan. -¿Escondidos y solo aparecen en ocasiones donde los cánticos desgarrados de las guitarras los llaman?- Entonces es cuando les viene la imagen. Te acabas de declarar antisocial y ahora todo cuadra. -Claro, son tíos/as camuflados como "normales" que pasan desapercibidos y solo se muestran tal y como son en ciertas ocasiones, al reunirse varios factores... la noche, los ácidos, la hierba, el alcohol, el punk... eso hace que se desprendan del traje de Clark Kent y muestren el Superman que realmente son. Oh, dios mío, nadie se ha dado cuenta, están entre nosotros...- Acabas de sembrar el pánico y te acaban de añadir a la lista del rechazo. Pero eso es lo que busco, ¿no?. Busco el rechazo y si no soy yo el que rechaza, que me rechacen, más sencillo.

Eso es lo que piensa la mayoría de la gente a la que me he declarado antisocial. Quizás es mi culpa y lo debería explicar mejor. El termino antisocial, bajo mi punto de vista, es muy subjetivo ya que tienes la necesidad de aislarte de la sociedad del modo que a ti te parezca. Entonces debes excluir ciertos actos y pensamientos sociales; por otro lado ser más tolerante con otras partes de tu vida. Un profesor de filosofía me dijo una vez: -Las personas están hechas para ser felices. En todo momento debes elegir que te apetece o no hacer para lograr tu felicidad.- Por lo visto esto lo predicaba uno de aquellos filósofos de la antigua Grecia, creo. Joder, estas palabras me han servido como escusa para defender mi yo antisocial y declinar la balanza hacia el lado que más me convenía en cada momento.

Después de haber leído esta última parte escrita, me he reafirmado en algo que ya sospechaba. Siendo verdad que por lo general no me gusta la gente, ni el sistema por el que se rige, más verdad es que soy un egoísta. Anteponer tu bienestar ante cualquier situación es de un egoísmo más puro que el antisocial más ermitaño. Pensándolo bien, cualquier pensamiento cerrado a razones es egoísmo.

Para hacer un resumen de los llamados "profundos", diré que el mundo se rige por el egoísmo. A lo que me surge una pregunta: ¿El egoísmo es el motivo del éxito o del fracaso como raza? Si no fuéramos egoístas, si no fuéramos antisociales en nuestros intentos de superación a nivel personal, ¿dónde hubiéramos quedado?

Rúbrica

¿Puede haber algo más exuberante que la firma de un notario?

Si lo hay, no quiero conocerlo.

Psicópata suicida

¿Y un suicida que en lugar de poner fin a su vida por el modo solitario y tradicional como por ejemplo: saltar al vacío de un barranco, beber un buen trago de lejía, cortarse las venas en la bañera, colgarse de la lámpara... Decide tirarse desde un balcón el día 5 de enero en plena cabalgata de reyes magos?

 

Maldito cabrón, has causado un estigma imborrable a centenares de niños. Dejaste de ser otro suicida reventado en el suelo, para ser un psicópata encima de Gaspar.

Reflexión

En la vida existen dos tipos de trabajos a los cuales puede acceder cualquier persona. El primero de ellos, es aquel donde antes de empezar tu jornada debes pasar por, lo que yo llamo, una puesta a punto. Una buena ducha, una buena sonrisa y ya estamos listos. El segundo grupo, es donde la ducha viene después de tu gloriosa jornada de trabajo. Pero está ducha no es como la anteriormente mencionada, se trata de un baño exhaustivo donde debajo de toda esa mugre hay que encontrar esa sonrisa para afrontar el resto del día. La puesta a punto para volver a ser persona.

Parece una tontería, pero los del grupo "A" serian incapaces de combatir al mismo nivel si eligieran mal y se unieran al grupo "B" y viceversa. ¿Se puede llevar más allá esta teoría? No sé, ¿incluirla en más aspectos de la vida? 0 y 1 por si solos son eso, números, pero combinándolos debidamente lo pueden ser todo. Pero han de ser ceros y unos puros, no vale un 0 disfrazado de 1, nunca rendirá igual que un 0 puro y todo se irá al garete.

Tan fácil como esto, dos grupos o "A" o "B". Tu eliges. Quizás en eso se basa todo, en una simple pero importante decisión. Los problemas vienen cuando ambos bandos piensan que los que quedan dentro cuando cierran la puerta son los buenos, y que sin ellos los desterrados al otro lado, no serían capaces de subsistir. Es inevitable tener pensamientos de este grado en alguna ocasión. Por ejemplo, un sujeto perteneciente al grupo "A", que trabaja, digamos, en una farmacia con todo el caos que supone atender a "pacientes" hipocondriacos, empeñados en que la cajita que me tomaba antes era roja y la que me estas dando ahora, es azul y no es lo mismo...

- Oiga señor/a, esto es el mismo que lo que tomaba usted. Es ibuprofeno igual que el otro, solo cambia la marca, por eso las cajetillas son diferentes.

- No, no. Te digo que la caja es roja, mira te la he traído... y me iban muy bien. Esta que me das es azul y no es lo mismo.

- Si señor/a, pero fíjese. Ve de 600 miligramos igual que el suyo. ¿Y no ve que aquí pone ibuprofeno igual que en su caja?

- Si, si, pero no...

Ante semejante bucle de lo más absurdo, el sujeto mira por la puerta acristalada de la farmacia y ve a un obrero/a de la construcción en lo alto de un andamio zampándose un bocadillo de medio metro. Entonces piensa: -Mira ese/a comiendo tranquilamente, sin que nadie le de la lata, sin problemas, hace lo que quiere, nadie le controla, si no se acaba hoy se acaba mañana... y yo aquí con este viejo/a aguantando la sonrisa por no mandarle a la mierda.- Lo que no sabe el sujeto "A" es que el "B" que en este caso es un obrero/a que trabaja para una empresa de rehabilitación de fachadas, está mirando hacia la farmacia y piensa: -Joder esta gente que trabaja en una farmacia, en una tienda de ropa, en un despacho, sin problemas... todo el día sentadito/a con el aire en verano y la calefacción en invierno. No tienen que tragar al Jefe de turno este que supuestamente ha venido a mirar la faena y lo que nos ha explicado no sirve para nada. Ahora nos a dejado con el culo al aire el muy putas. Para colmo los andamistas han puesto los andamios donde les ha salido de los cojones... tapan toda la línea de cornisa que hay que reparar. Voy a llamar al Jefe...-

- Si, buenas. Mira que hemos estado hablando hoy en la oficina. Somos el equipo que estamos en la fachada de la Rambla Vella.

- Si, si, dime...

- Mira, que nos habías dicho que encontraríamos los balcones agrietados, el rebozado de la cara norte un poco deteriorado por debajo de las cornisas y que las bajantes de agua estaban bien.

- Si, si, ¿que pasa?

- Pues para empezar los andamios me tapan toda la cornisa y prácticamente no se puede acceder de ningún modo. Los balcones no están agrietados, es que hay zonas que se ve la obra viva hasta las varillas de rea, incluso hay dos en peligro de desprendimiento. Por último las bajantes tienen agujeros como puños y son de uralita.

- ¡Ostia! ¿¡de uralita!?

- Si, de uralita.

- Bueno hacerlo con cuidado, pero no lo pongáis en los partes de trabajo. Poner que son de pvc.

- Hombre ya sabes que esto no se puede hac...

- Ya, ya, pero nos hemos pillado los dedos con el presupuesto y hay que hacerlo. Hacerlo como podáis. Con cuidado.

- Bueno, ¿y lo demás?

- Eso lo sacas tú en tres días como mucho. No te preocupes va a quedar bien. Sé que lo vas a dejar de lujo.

- ¿Ah...? Vale, vale, ya te voy diciendo.

- PI, PI, PI, PI.

Acabas de leer una conversación ficticia de lo más real. Esto sucede. El cabrón del Jefe de turno no se a dignado a mirar nada de la reparación, ha contado el presupuesto sentado en la oficina con el plano y por metros cuadrados. Cuando vio el edificio lo hizo también sentado en su coche al pasar por delante, no vaya a ser que se deslome al poner un pie en el suelo. Ha dejado en manos del operario todas las responsabilidades del trabajo, así como los riesgos del mismo. En resumen un faenón para el currante que sin duda va a sacar adelante, dentro de la fecha de entrega.

Sujeto "A" y sujeto "B", los dos envidian algo que desconocen y los dos piensan que el mundo gira a su alrededor. No son conscientes que ambos lados completan el todo, que sin un 0 el 1 no significa nada.

El desconocimiento es la magia.

¿La ducha de antes o después? ¿A qué grupo perteneces?

Inked

- ¿Y que llevas todo el brazo?

- Sí.

- Es bonito, es bonito... ¿Y no te dolió?

- Sí.

- Uf, yo no podría... ¿Vas a hacerte más?

- Sí.

- ¿¡Sí!?, que valor. ¿Y cuando seas mayor?

- Pues seré un viejo tatuado.

¡Que vuelvan los loros!

Todos sabéis de que hablo. Os habéis cruzado con ellos por la calle. Has compartido bus, metro, tren, parque, plaza, banco, incluso vestuario de gimnasio... Esos chavales con los teléfonos móviles a todo trapo, emitiendo sonidos que algunos afirman ser música. Ahora sí, ¿no?. Se ha perdido la estética, se ha perdido el glamour, hemos cambiado los loros de doble pletina apoyados sobre el hombro por objetos insignificantes. Joder, chavales... ya que dais por culo, hacerlo con flow.

Arrancando con una obsesión

Quién no se ha obsesionado con algo alguna vez. No digo con alguien, eso ahora no me interesa.

Mi primera obsesión fue la música. -¿Qué lo define una obsesión?- La respuesta es bien sencilla; todo tu alrededor, allá donde te alcance la vista, es música.

Otra característica de obsesionarse, es que normalmente se acaba disolviendo en otra de las muchas acciones realizadas a lo largo del día, perdiendo así la importancia de la exclusividad en tus pensamientos. Si esta obsesión no es caduca, ten por seguro que te arrastrará hasta tu propio fin y es entonces cuando dejas de ser alguien con una obsesión y te conviertes en un obseso; hay que diferenciarlo muy bien.

Volviendo al hilo de lo personal, la música y en especial los sonidos "percusivos" me volvían loco, me vuelven loco. Soy capaz de escuchar una canción y lograr segmentar las pistas de audio en mi mente, separar las baterías con las bases de los bajos, aislar el resto y desecharlo; voz, guitarras, melodías... nada importa, solo la línea de bajo y batería. Para mi, eso es la música, el puro "tempo", lo demás es un atractivo desecho.

Mi primer profesor Miguel del M., un puto metrónomo de una calidad insuperable, decía que los bateristas eran como primitivos aporreando troncos de arboles huecos para llamar la atención. Quizás eso sea todo. Cuando un grupo destaca por encima del resto, lo único que les hace diferentes, es que llaman la atención más que otros. Ya sea por sus melodías, su indumentaria o por sus varias excentricidades. -¿Por eso elegí la batería de entre todos los demás instrumentos?- A día de hoy no lo sé, pero lo que si sé, es que cuando estás "Detrás en la fundición", tienes la responsabilidad de hacer caminar a la banda y en tus manos está el éxito o el fracaso de todos. Dentro de un mismo grupo hay buenos componentes y mejores. Esa si es una buena razón para elegir ser batería.

Mi camino como baterista tuvo varias épocas, del Punk-Rock más guarro de guitarras abiertas, estridente y rápido, al Country más clásico. Pero sin lugar a dudas, si hay un estilo donde de verdad he disfrutado, ese ha sido el Metal, en todas sus variantes. La explicación es obvia, escucha cualquier canción de "Lamb of God", "36 Crazyfists" o "Limp Bizquit", por mencionar tres al azar, lo primero que harás al poner algún tema de esta gente, es mover la cabeza al ritmo que te marcan las baterías. La primera sensación que recibes viene directamente del bombo. Ese "PUMB", se mete dentro, va más allá de lo que tus sentidos físicos pueden captar, se instala en tu interior y te obliga a digerirlo del estómago al cerebro. Es una sensación que solo he percibido con la música, con las baterías.

Y sin más, llega un día donde la saturación musical vence a tu demanda. Es entonces cuando vas al Fnac y ¡sorpresa! no sabes que comprar. Demasiado tiempo, demasiado intenso, demasiado rápido... -No hay que rendirse.- Piensas otra vez. Una característica de todos los músicos "jóvenes" que no se ganan la vida con la música, es el anhelo de querer cambiar eso y que por fin las largas noches de ensayo den su fruto. A la vez que envejeces, también crece tu sentido común y llega el día de afrontar que no eres batería, sino que lo de verdad eres es mecánico. En este punto parte la diferencia. Ha llegado el momento de ser realista y tienes dos opciones. Opción A: -Me gusta la música, me gusta sacrificar el tiempo libre por los ensayos y estoy a gusto con lo que hago.- Opción B: -Me gusta la música, pero más me gusta la libertad de elegir en cada momento en que sacrifico mi tiempo libre y realmente ¿como he acabado tocando "La chica de ayer" de "Nacha Pop"?-

Sin embargo me enorgullezco de haber estado obsesionado con la música. Del 1998 al 2009 son más de diez años que dan para formar una montaña de anécdotas, compañeros, conciertos, malos y buenos rollos, malos y buenos momentos: -Hay que echar a este. -Este tema es una mierda. -No puedes venir todas las noches con el cebollón. -Me voy dos meses a currar fuera. -Se ha suspendido.- Y por su puesto: -Habéis sonado de puta madre. -Como camina este tema. -Estamos para lo que haga falta. -Tocamos con los Reincidentes. -Este verano no hemos parado. -Barra libre hasta cerrar.-

En resumen, y hablo por mi, una obsesión bien llevada es sinónimo de riqueza, eso sí, inmaterial.

Entrevista

V - ¿Qué encontraremos en este blog?

P - En este blog encontrarás varias ideas y anécdotas breves, relatadas de forma que solo yo podría relatar, básicamente porqué son experiencias o pensamientos personales.

V - ¿Es realidad o ficción?

P - Te diré que eso debes valorarlo tu. Aún así, créetelo y disfrutarás más.

V - ¿Por qué ahora?

P - Estás cosas surgen solas, un día sin más, necesitas liberar espacio de tu mente y no he encontrado mejor forma.

V - ¿Qué pretendes trasmitir?

P - ¿Yo, trasmitir...? No pretendo trasmitir nada, solo intento expresar las inquietudes que me rodean. Si eso atrae a algún lector, bienvenido sea.

V - Separas tus relatos en dos bloques, breves e inquietudes, ¿con qué frecuencia irás colgando tus ideas?

P - Bueno, en principio, el plan es colgar una inquietud todos los sábados, tengo muchas inquietudes así que estoy cubierto por un buen tiempo. Referente a mis ideas más breves, no sé, según vengan. No está planteado.

V - ¿Y lo de "el Pelusa Hurtado"?

P - Fué en mi época de baterista, no recuerdo en que grupo estaba, necesitaba un nombre, un pseudónimo, fue entonces cuando leí un articulo del gran maestro de la percusión latina Horacio "el Negro" Hernández. A mi me llamaban Pelusa, por mi peculiar forma de no peinarme y lo vi claro, Gerard "el Pelusa" Hurtado.

V - ¿Te gustaría comentar algo más?

P - No, eso es todo... Bueno solo avisar de que soy un puto excéntrico.