Según dicen los amantes de los perros, pocas cosas huelen peor que un perro sucio y mojado. Estuve trabajando para una empresa que llevaba el mantenimiento de las plantas de gestión residual Consenur, con especialidad en la eliminación de material orgánico e infeccioso, entre otras cosas. Recuerdo que un compañero mío utilizaba siempre este chascarrillo cuando estábamos, en alguna reparación, de esta planta de residuos y yo me partía: ¿Has olido alguna vez un perro mojao? No. Contestaba yo. A lo que llegábamos a la conclusión que aquel insufrible olor indescriptible, debería ser semejante al olor que desprendería un perro sucio, mojado y atropellado en medio de una carretera solitaria.
¡Hueles a perro mojao! No puede haber mejor descripción.
No te pongas dramático/a con el pobre can, no muere solo estaba sucio y mojado. Un conductor borracho le dio un golpecillo en la pata trasera izquierda. Nada, cojeó un par de semanas. Lo recogieron unas monjitas y ahora vive en una granja con otros perros, olisqueando culos sin parar. El puto reino de los cielos perruno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario