miércoles, 19 de noviembre de 2014

Puretas en el gym

Hace ya tiempo que los tengo calados. Hay varios tipos, pero todos parten del mismo patrón. Si se pudiera ir por ahí leyendo pensamientos, en los de estos sin duda, escucharíamos al unísono exclamando: ¡Yo a tu edad (...)! Se aferran a su juventud como a un clavo ardiendo. Saben que pueden quemarse y aún así se arriesgan a aparentar que por muchos años que pasen, siguen estando en forma y pueden ir dando lecciones al resto de su camada, porqué somos su camada y tienen el derecho. ¡¿Qué derecho?! La obligación, porqué se mantienen inmortales en una juventud perpetua.
 
Lo que más me gusta, cuando los veo adoctrinado a algunos chavales o chavalas, es pensar en la conversación post-entreno que van a mantener con sus respetables señoras. Sea lo que sea, está siempre acaba con un: ¡Ponme otro plato que he ido al gimnasio!

No hay comentarios:

Publicar un comentario