miércoles, 8 de abril de 2015

Óptica

¿Sabes esas gafas graduadas de forma predefinida que venden en farmacias, centros comerciales, hipermercados e incluso en gasolineras? En un principio existieron para cubrir una necesidad muy básica. Si por algún motivo pierdes o rompes tus gafas habituales y te encuentras en una situación donde las precisas especialmente, estos binóculos tallados bajo un patrón estándar te servía para salir del paso. Sí, es una idea brillante a la par que necesaria. Ahora bien, ¿cuando hemos pasado de comprar esas lentes por motivos catastróficos e inesperados, a adquirirlas por el bienestar de nuestra vista? ¿Será aquello de que "la solución provisional se convierte en definitiva" nos ha calado tan hondo que es imposible secar?

2 comentarios:

  1. Hace mucho que uso gafas, siempre graduadas en una óptica según las necesidades cambiantes de mi vista. Pues bien, justo este fin de semana mi cuñado me dice que él usa de esas lentes que tú comentas y que yo también debería hacerlo, que es una tontería ir a una óptica para que te cobren más. Yo lo dejé correr, porque este razonamiento ya da idea de que es tontería perder el tiempo con él hablando de algunas cosas, pero al leerte lo he recordado...

    Parece ser que mi cuñado no es un especimen aislado jajajajajja.

    Un saludito de miércoles!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mi me vino a la cabeza al conversar con un compañero de trabajo sobre que iba a buscar unas gafas, puesto que las suyas se las había jodido trabajando. Yo le comenté que si había ido a la óptica y ya le tenían preparadas unas lupas. Él me contesto que no, que iba al Carrefour y se probaba estas monturas graduadas de las que hablo hasta dar con una que más o menos viera bien. Yo le respondí que: "no me extrañaba que veas menos que un gato de yeso" (literal).

      Parece ser que se está convirtiendo en una plaga.

      Te devuelvo el saludo de miércoles, ¡muchas gracias!

      Eliminar