jueves, 2 de abril de 2015

Extrema y Santa

Un par de días de fiesta no van mal de vez en cuando. Celebrar la muerte y resurrección del archiconocido Jesús con la fogosidad de una adolescente Believer o Directioner, es otro cantar.

La pasión con que algunas cofradías celebran la Semana Santa roza el fanatismo más peligroso. La devoción, hacia figuras de yeso y cartón piedra, de gente que es capaz de pisotear a su prójimo por tocar el velo de alguna virgen paseada a hombros, tiene aires de radicalismo extremo.

Afinar el parche de los bombos, sacudir la saliva de las cornetas... esto ya empieza.

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