sábado, 7 de marzo de 2015

6 meses de #BREVES

Breve pero intenso, así soy yo; bueno hay veces que busco el recorrido más largo y placentero, pero no vayamos a entrar en esos fangos, quizás en otra ocasión. Sí, la brevedad siempre atrae más que el longevo camino, siempre es mejor obtener el resultado cuanto antes. -¿A quien le gusta pasar por el infierno del sendero si tiene la opción de posicionarse en la cima de inmediato?- La rapidez de información, la rapidez de movilización... lo queremos ya, no podemos esperar, ¡no queremos! Cierto es, que en algunas ocasiones se agradece la incertidumbre del viaje hacia el destino. Ese desconocimiento de la fecha límite, pone. La satisfacción de habértelo currado, mola. Compararse con el resto de sufridores y verte algo por encima, gusta. Así como la comodidad de la rutina, unas veces odiada y otras tan llevadera como repeticiones de la misma, hacen que la costumbre agrade por ser solo eso, costumbre. -Aunque sé que es más corto, elijo este que ya me lo conozco.- ¿Pero si existiera esa pastilla? Ya sabes a que pastilla me refiero, aquella con la que aprender ese idioma cuesta tanto como llenar un vaso de agua. La que hace desaparecer esos panecillos que envuelven tu cintura en menos de lo que abres el blister. Esa que hará que tus hijos devoren y den gracias por el plato de judías verdes hervidas que les espera después del colegio. Tan fácil como tragar y ya. ¿Quién podría resistirse? La gente hipotecaría su esfuerzo a cambio de una vida plena y a la vez vacía; daríamos nuestra vida por ese "ya".

Cuando digo "breve pero intenso" me refiero a que las cosas no deben durar demasiado. No puedes estar eternamente echando el resto. Cuando vas a por todas no se ha de prolongar el tiempo ya que será proporcional a la motivación decreciente, y la motivación son los cimientos que sostienen la lucha para llegar a la meta. Sí, así soy, apuesto al máximo pero sé que si no veo resultados cercanos, pereceré.

Algo directo, conciso, comprimido en apenas unas lineas; situaciones de mi día a día. Movidas que se me ocurren detrás de la pantalla de soldar, historias que me vienen a la mente al ver los transeúntes pasar a mi lado, sucesos vividos en primera persona, sentimientos escritos en el punto álgido de estos... en resumen mi más sincero yo redactado en seis meses. ¿A quién no le gustan los #BREVES?

¡Cuidado! los párrafos a partir de ahora no se relacionan. Sigue leyendo y ya verás...

Todo empezó con "Entrevista", quería poner información a primera vista para la gente que visitara el bloG se hiciera una idea a que que enfrentaba, entonces pensé que una entrevista, de esas que se publican al final de los periódicos, ¡no sé! de un músico publicando nuevo disco o un escritor su novela, era una manera entretenida de leer y enterarse de ese proyecto que el entrevistado presentada, y ni corto ni perezoso así lo hice. No lo he visto en ningún sitio más, así que al menos puedo decir que original es. También juego un poco con mis dos "yos", Gerard Viñals Hurtado como personaje serio que entrevista al alocado Gerard el Pelusa Hurtado el artista, que a la vez es su antítesis.

Esas situaciones desagradables que sin previo aviso invaden tu intimidad y perturban la tranquilidad con la que deambulas por ahí. ¿No se dan cuenta? -Molestáis amigos, molestáis. No, no penséis que sois más "guais" por haceros destacar con acordes a negras sincopados escuchados por un altavoz ridículo cadente de graves. Hacéis el puto ridículo, enteraros. A quien coño imitáis... si lo hubiera hecho yo en los noventa, imitaría algún personaje del Bronx de alguna película y colocaría un buen loro sobre mi hombro, pero vosotros, ¿de que vais? ¿Es de cosecha propia? ¿Vuestras mentes quedaron atrofiadas y deben sanarse con cánticos saturados?- No lo entiendo, por eso exclamo: "¡Que vuelvan los loros!".

Puedo hablar de ello, nadie me lo impedirá, se lo que escribo... yo era uno de ellos. Pertenecía a la secta de los "Runners", correr, estar en forma, correr, estar en forma, correr, romperse, correr, sigo roto... Obsesión y no precisamente de las benignas. Ahora, lo mejor de todo es el desprecio con que miras al resto cuando rebasas algún tiempo y consigues una marca envidiable. Que mundillo más ruin. -Todos me parecéis mediocres. Menudos vagos... utilizáis vuestro cuerpo de forma nefasta. Sí nefasta, le pertenecéis pero él a vosotros no.- En cincuenta y cinco kiletes me quede gracias a ser un apasionado de este deporte. Un palo con ansia de un kilometro más, de bajar los cuatro minutos... un saco de hueso y soberbia.

Me encanta escribir sobre estas situaciones. Momentos en que la felicidad pasa en cuestión de segundos a transformarse en el llanto más hondo que aclama lo más profundo del corazón "Llévame". 

Mensajes de texto... ¡joder! y ahora con los emoticonos... jamás he añadido uno de ellos en las "conversaciones" que he mantenido a través del móvil. ¡Hostia!, si hasta hemos echado a peña del grupo por mensaje; me refiero al grupo de música, no a los de WhatsApp. Pensaréis que soy un bicho raro pero no acabo de ver esto de los "SMS". 

Mira, de los nervios... y cuando miran a través de la ventana de la oficina, medio escondidos al filo del marco, espiando cautelosos de no ser observados por uno de sus mugrientos trabajadores qué, ¿qué me decís?  Somos su ganado, sus hormiguitas obreras trabajando para que la divina reina, llamada empresa, engorde de avaricia hasta reventar. Sus obreros, peones prescindibles a merced de la gran mano la cual debemos venerar. ¿Ahora me vienes con "Nos sentamos y hablamos"? Cuando vengas tú a que esto debe acabarse si o si para mañana a las ocho, te recordare eso de "cuando tengamos un momento". Vergüenza. 

¡Glorioso! Seré uno de ellos, seguro. Me imanan a la par que me producen odio y eso es fascinante. Cuando sea un "Pureta en el gym" seré el vivo calco de esta entrada. 

Vaya con el "¿Pan?". Quien iba a decir que un producto tan básico iba a transformarse en un alimento tan maravilloso. Bueno en cierta manera siempre lo ha sido, pero el degenero que ha sufrido ha sido el auge de su lado más auténtico. Habíamos dejado a un lado el recuerdo de esas barras de cuarto del auténtico pan de Castilla y nos entregamos a las ridículas baguettes que han ido transformándose en un chiste de ellas mismas. Vale que en las gasolineras ahora hay de todo, vale que en los quioscos vendas ese producto de harina procesada, pero por el amor de Dios, no lo llamemos pan, los panaderos merecen algo más.

La típica escena cotidiana que abre un universo en tu mente y hace que replantees tu existencia desde la base. Así como suena, esto puede pasarte esperando a que el "Semáforo" cambie de color y lo que parecía un día gris sin apenas una mínima dosis de color siga siéndolo, pero los negros se ven más negros y los blancos más blancos.

-No se por qué, pero noto que me vendo de puta madre... debería ser publicista... Tengo que escribir sobre ello.-

2 comentarios:

  1. Menudo repaso te has marcado! Y el caso es que escribiendo de lo que habías escrito, resultas también entretenido y original. Eso ha de tener su mérito, sí o sí, así que puedo decirlo: una entrada estupenda!! Yo desde luego no habría sabido hacerlo, y menos a estas horas en que las neuronas se me ponen tozudas para sinapsar...

    Un beso noctámbulo, Gerard!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Julia. Me alegro que te haya gustado. Tenia la duda de si sería interesante volver a plantear esta selección de entradas ya publicadas, parece ser que sí, funciona.

      ¡Un abrazo!

      Eliminar